Papá en la educación
Como les hemos compartido en otras notas, educar con Montessori se vuelve no sólo un método, es una filosofía de vida. Es acompañar a los pequeños en su crecimiento autónomo, responsable, respetuoso y libre.
Es una filosofía que va más allá de únicamente un objetivo que brinda formación académica a los niños, es educación para la vida ya que influye en la familia, especialmente en papá y mamá.
La figura paterna es fundamental en el acompañamiento de los niños. Son tres las áreas que son vitales para su desarrollo:
Autonomía
Papá debe tener claro que conforme van creciendo sus hijos, necesitan menos ayuda y mayor confianza en su capacidad de realizar más actividades y conforme las realizan una y otra vez, lo van perfeccionando.
Vida práctica:
Permitir que los niños formen parte de todas las actividades cotidianas en casa, como apoyar en la limpieza, al preparar la comida, hacer las compras, cuidar las plantas, lavar el coche y demás tareas del hogar conforme su edad y capacidad.
En este paso, papá debe tener confianza y paciencia para enseñar con su propio ejemplo, lo que fortalecerá la autoestima, seguridad y confianza de los hijos hacia su papá.
Comunicación
Todos hablamos, pero, comunicarnos de manera clara y transmitir verbalmente lo que estamos pensando no es tan fácil, ya que en ocasiones lo que decimos no coincide con lo que nuestro rostro expresa, por lo que papá debe estar consciente de lo que dice a sus hijos, cómo lo expresa con su rostro y su cuerpo; favorecer el diálogo, la escucha, tolerancia y flexibilidad, siendo ejemplo positivo de autocontrol, autoconfianza, autoconcepto y autoestima.
La figura de papá es clave desde el inicio de la vida, es uno de los compromisos más grandes que existen con tareas complejas, divertidas y de héroes que deben cumplir.
Gracias a todos los varones que han decidido ser figuras paternas siguiendo la filosofía Montessori formando niños que aprenden, piensan y construyen.
